31 marzo 2012




Anestesiada por las luces de colores ...
Una sonrisa pinta de encanto mi rostro.
La ocasión de tal mueca, que mañana será arruga ...
Es nada más, ni nada menos, que el sabor del cambio.
Ya no camino entre sombras y miedos,
hoy soy capaz de enfrentarme a mis fantasmas.
Si hasta ayer, mis piernas temblaban ante un primer paso ...
En este mismo segundo bailan sin represiones internas. 
Mis ojos salieron de la casa de los espejos,
mi mirada ya no se pierde entre suspiros de cobardía.
Antorchas enfurecidas, arrasaron mis paredes mentales,
y catapultas de deseos, amedrentaron contra mis mil y dos muros.
La experiencia no tarda en hacerse sentir,
tiñe hasta el más escondido recoveco, de sabiduría y claridad. 
De mis labios ya no salen palabras que sólo saben eludir,
lo hacen aquellas que aprendieron a volar.
Las baterias se acabaron para el cartel de salida,
y mis instintos ya no subsidiarán más piedras frente mi andar.


La vuelta al blog (:



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