01 abril 2012



 Primero de Abril. Dos mil doce.
 Creo que cada vez que me siento a escribir sobre la superación y blablabla, todo se repite. 
 Una nota por aquí haciendo referencia a aquello, y otra por allá, apagando un poco tanto color. 
 Sólo espero que sea diferente está vez. 
 Guiándome por los pasos dados este último tiempo, supongo que tengo alguna esperanza. 

 Esos espacios que poco a poco se iban llenando, eran desde este punto de vista, una mentira. 
 Eran quizás una necesidad, demasiado poderosa, de tapar el dolor y la ausencia. 
 Y me cansa un poco revolver, y revolver ... 
 Sacar del pasado todo de nuevo, y traerlo a este presente, pero ...
 Es uno de los caminos más sanos, entre los que se podría elegir. 
 Porque los espacios no se llenan.  
 Y es curioso preguntarse: ¿Cómo es que puede haber un vació si es que antes no existía?
 ¿Cómo es tan difícil salir de esa melancolía, cuando en un ayer vivías sin la menor preocupación?
 Y aunque parezca descabellado buscarle una respuesta, es tan simple encontrarla ... 
 Uno vive y se va tropezando inevitablemente, salvo que te reprimas demasiado, con cosas nuevas. 
 Cosas, lugares, deportes, series, trabajos, personas, sentimientos, comidas, adicciones ... 
 Si uno decide probar, y de ahí en más darle una oportunidad ... 
Ese momento se vuelve el punto de inflexión en nuestra cotideaneidad. 
 Esos actos que se vuelven costumbre, esas personas que se vuelven cercanas, hacen lugar en uno. 
 Y tal lugar no reemplaza a otro, porque si no estaríamos negando otra parte de nosotros ... 
 Sino que, expande nuestros horizontes internos, y ocupa un terreno que jamás habíamos conocido. 
 Por lo tanto, una vez que estamos familiarizados con tal, ya se nos hace complicado vivir sin ello. 
 Hasta llegamos a cuestionarnos, cómo era que caminabamos sin esa mano entre la nuestra. 
 Y ya sabemos el resto, cuando ese algo desaparece, allí nace el vacío. 
Y la incertidumbre de no saber que hacer si es que no lo tenemos al alzar la vista. 
Y esa incógnita casi tatuada en nuestro destino, sin saber que hay mucho campo por recorrer. 

 Y vos chiquita mía, no te puedo ni enumerar las hectáreas que compraste. 
 Ya pasó medio año, y mira vos, este blog se hizo trizas en esta triste monotonía, solo tuya. 
 Me diste vuelta el mundo, y no, para mi fortuna no exagero. Ni un poco. 
 Me cambiaste, de eso estoy segura. Crecí gracias a vos. 
 Y no parloteo porque es gratis, sino que me baso en experiencias. 
 Dos personitas pasaron por mi andar desplumado después tuyo. 
 Una bastante parecida a vos, en carácter y género. 
 Y otra espejo mio, en psiquismo pero en carencia de cuerpo femenino. 
 Con ambas anduve sin muchos rodeos, sin esconderme como solía. 
 Me sorprendí de mi misma en varias ocasiones,
 planteando a veces seriedad, o invitando a cumpleaños. 
 Y por estos pocos pasos que dí, me duele pensar que te pude haber lastimado con mi vieja frialdad. 
 Con mi accionar de chica con mil y dos mecanismos de defensa, 
queriendo a toda costa evitar compromisos.
 Pero sé que lo que hoy soy, se lo debo a lo ya pisado, y de otra forma no podía pasar. 

 Aunque no me arrepiento de haber conocido, ni pasar lo que pase, con aquellos dos ... 
 Aquí es donde puedo remontar ese, "Los espacios no se pueden llenar". 
 Y ese fue mi mayor error en este último tiempo, querer saciarme de nuevas esperanzas ... 
 Manotazo de ahogado, quizás. 
 Buscarte, no encontrarte, e inventar realidades con tal de que aparecieras en tales caras. 
 Tropiezo tras tropiezo. 
 No está de más decir que, al lastimar un poco más mi persona, involucre a personas que no tenían la culpa. 
 Y tal vez esto se lea y se vea como que hubo deje un gran desastre, y no, está muy alejado de eso. 
 No sucedió nada que pudiese haber dejado un terreno explorado para alguien. 
 Frenar las cosas, y darse cuenta a tiempo. 

 Y así quede, hablando de campos, sin ganado alguno. 
 Pero me siento satisfecha en como estoy hoy, y desde que lo comprendí estoy centrandome mejor. 
 Aunque pasó algo más en el medio, un hecho bastante importante para que yo tenga esta sonrisa otra vez. 
 Verte después de seis meses, cruzarte en aquel boliche donde nos conocimos ... 
 Y lo que me ayudo, fue que lo que pasó fue de lo más inesperado. 
 Había soñado no sé cuantas veces con volverte a ver. 
 Cientos de escenas posibles pasaban por mi mente. 
 Y ni una le hizo justicia a la realidad. 
 Te vi, se me hizo dificil respirar, te busque, te salude, hablamos, me fui. 
 Y no volví a pensar en que compartiamos el mismo teatro viejo por esa noche ... 
 No estuve como una idiota recorriendo pasillos con deseos de encontrarte otra vez. 
 Los únicos comentarios que atisbe a decir, fueron casi de compromiso, como obligandome ... 
 Se puede pensar que tal vez fue muy repentino, que no lo esperaba, y por eso no reaccione "correctamente".
 Pero, esto pasó hace más de medio mes. Y me siento bien, muy bien. 
 Yo lo veo como un baldazo de agua fría, un golpe fuerte en la cabeza. 
 Un replantearme si es que realmente seguía perdidamente enamorada a pesar del tiempo ... 
 O si me estaba aferrando casi como una obsesión a esos hermosos recuerdos. 
 Y fue como si fuera un click. 
 Un bueno, si sabes aprovecharlo podes tener una nueva vista de ahora en más. 
 Y lo hago

 Hoy me siento menos incompleta. Hoy siento menos esa ausencia.
 Y aunque ya dije exactamente lo mismo anteriormente.
 Hoy siento con pura sinceridad, que este es mi nuevo punto de inflexión. 


No hay comentarios: