Y te secas sin labios,
y te duermes sin sueño.
y te duermes sin sueño.
Y te piensas sin sangre,
y te juzgas sin tiempo.
Y te quedas inmóvil,
al borde del camino ...
Y te salvas,
entonces ...
... No te quedes conmigo.
- M. Benedetti. -
No hay comentarios:
Publicar un comentario